Fui a buscar una boludez y estuve tres horas!!!
Apenas entré me abrumé un poco, siempre me sorprende la cantidad de cosas que hay almacenadas. A simple vista cualquiera diría que es un desorden bastante ordenado, pero cuando te metés en el universo de las cajas, las etiquetas, los envoltorios y las estanterías nomencladas, la repetición y la monotonía son comparables con la de los desiertos.
Los olores y el cambio de temperatura también desorientan los sentidos, y la humedad acechante me genera una incomodidad en todo el cuerpo.
 
Cuando pude recomponerme de ese estado, después de un largo rato revolviendo, revisando, reacomodando y reparando, tomé una caja de cartón pequeña y pesada con una etiqueta desgastada, atravesé la puerta abierta encandilante y volví al frente.
 
Apenas vi la cara de mi socia me di cuenta, no había ido a buscar eso…